Dejo Toledo con un sabor agridulce, es la primera vez que tengo esta sensación al salir de viaje, ¡Hasta pronto Olga!.
He salido temprano aunque no tanto como yo quería. Esta claro que ya ha llegado el verano, apenas despunta el sol y ya estoy sudando.
Es extraño el comportamiento de la moto tan cargada, la miro y no puedo dejar de recordar cierta áfrica twin camino de Senegal...
Los primeros kms parecen ser mas largos de lo normal pero cuando quiero darme cuenta estoy en Cuenca. Aquí es aún primavera, el campo luce sus mejores galas y yo enciendo los puños.
Por carreteras secundarias ( O "terciarias") todo va despacio. Me encuentro una carrera ciclista, "Ve despacio, con cuidado" me dicen de la organización, "Sin problema" respondo "Pero si voy parao" pienso.
Cuando la carretera se empina el brío de la moto dice lo contrario que las piernas de los ciclistas y mientras adelanto a un grupo empieza una subida, la carretera es estrecha y bacheada, la moto pesa mucho y vamos demasiado cerca. Siento alivio cuando adelanto al guardia civil que abre la carrera, ya no hay más ciclistas. Mañana no saldré en los periódicos.
El verano vuelve cerca de Alcañiz. A partir de aquí otra vez carreteras nacionales, que esto se eterniza.
Paro a comer en un pueblo de Tarragona, y un lugareño me recomienda no entrar en los bares que hay en la carretera. Me dice que lo siga y me lleva a un bar restaurante que hay unas calles mas adentro. Aquí huele a leña y me cuesta terminar la longaniza.
Según me acerco a Barcelona, me cuesta reconocer los sitios por los que en otra época pasé mil veces.
Llego al puerto, hago el check-in y me doy una vuelta. La ciudad también ha cambiado, pero es mas fácil de reconocer.
Entro en el puerto y espero el embarque, hay unas cuantas motos, llegan más, casi todo beemes, y casi todos pasan de los cuarenta. Mas tarde me daré cuenta de que no soy el único que ha hecho esa observación.
Todos me preguntan porqué llevo unos tacos..... Llegaré a ponerlos??
Despues de una larga espera salimos todos a una, casi de noche y en una especie de formación.
Escribo esto mientras espero a que el barco se ponga en marcha, pero siguen metiendo trailers, y llevan tres horas
En mi "camarote" vamos unas cien personas, casi todo adolescentes de viaje de fin de curso.
Los chavales despliegan sus encantos delante de las chicas y estas se atusan el pelo y se acicalan... como si les hiciese falta! Nunca serán mas bellas que ahora! Juventud divino tesoro!!
Por fin esto se mueve, salgo fuera a mirar y me sigue sorprendiendo la precisión con la que se mueven naves de este tamaño y peso.
El práctico guía al piloto hasta la salida del puerto mientras gigantescas grúas juegan al tetris con los containers.
Nada mas salir del puerto, el barco suelta una bocanada de humo negro, se pone las botas de siete leguas y la ciudad se convierte en una linea luminosa en el horizonte. ¡¡Adiós Barcelona!!
Se me ha olvidado hacer unas llamadas y me acuerdo de lo rápido que se va la cobertura mar adentro... Ya no consigo hablar con nadie.
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