sábado, 19 de junio de 2010

Estambul-Akcapinar Koyu

Recogemos las cosas perezosamente. Este calor y esta humedad los quitan la energía.
La salida de la ciudad es tan lenta como estresante. La ferocidad del tráfico es la misma que cuando llegamos.
Me faltan ojos, coches, y autobuses circulan como locos, los de detrás aprietan y los de delante frenan. Reparto mi atención entre el tráfico, el Gps , David, los baches, los peatones.... No tengo suficiente para todo.
Yo la pongo y que cada uno tome la que necesite, como diría Gila. La búsqueda de una tienda de motos, nos retrasa un poco más, pero desembocará en una de las tres anécdotas del día.

Encontramos la tienda pero no tienen lo que buscaba. Un motero que andaba por allí se ofrece voluntario a llevarnos a un sitio que seguro lo tienen.Aunque está en el lado asiático de la ciudad, nos pilla de camino. También nos explica el procedimiento para cruzar el puente, es de peaje y no se puede pagar en metálico. Entre bromas, risas y comentarios, al final  lo haremos "turkish style".   Durante el trayecto, David está a punto de caerse, en un semáforo lo veo acercarse bastante rápido y cuando se da cuenta de que estamos casi parados, frena con fuerza y veo como está a punto de perder el control de la moto. Se hace con ella y una vez parados nos miramos serios sin decir nada. Primer susto.

De camino a la tienda por fin cruzamos el Bósforo, entramos en Asia. A pesar de los kilometros, días de camino y experiencias que ya llevamos vividas, El viaje empieza aquí.


Una vez llegados a la tienda, esta vez encontramos lo que buscamos. Hemos estado toda la mañana entre un tráfico salvaje, con 36º y con el taje de luces, gracias por tu paciencia David.
El motero que nos ha acompañado nos pregunta hacia donde vamos, y nos dice que mejor tomar un ferry.
De nuevo se ofrece a acompañarnos, y nos deja en la puerta. Esta es la primera muestra de la amabilidad turca que nos encontramos. Ha perdido mucho tiempo con nosotros, ha hecho un montón de kms,  con gesto amable y sonriendo.



Thank you very much Korbala!!! This was great from you. Really nice to have met you.
Tomamos el ferry y ahorramos unos buenos kms. En Turquía la gasolina cuesta casi dos euros, nos ha venido bien.



 Seguimos camino. Se nos va haciendo tarde y buscamos un lugar donde acampar cerca de un lago. Los mosquitos nos echan a empujones y terminamos acampando en un prado cerca de Akapinar Koyu, un pueblo que podria llamarse San Pablo de los Montes.


 
Ya es de noche y los mosquitos se muestran tan agresivos como los conductores turcos. Nos metemos en la tienda con la esperanza de que no se nos coman. Sigue haciendo un calor asfixiante.
Pasado un rato parece que baja la temperatura. Nos estamos quedando dormidos y unas voces me desvelan, son varias personas con luces, están cerca de la tienda.  Entre risotadas nerviosas y voces nos ponen en guardia. Salimos de la tienda, nos enfocan con potentes linternas a la cara. Distingo dos hombres de 45-50 años y dos hombres mas jóvenes. No nos entendemos, ellos no hablan ingles y por supuesto nosotros no hablamos turco. Uno de los hombres de mas edad debe pesar unos 120 kg,  y contempla la escena con una sonrisa burlona con la manos en las caderas. El otro, delgado y fibroso, no para de hablar y gesticular en un tono cada vez mas alto. Creo entender que es el dueño del terreno. No deja de enfocarme a la cara  con la linterna y apenas puedo ver lo que esta ocurriendo.  Solo atino a decirle que no entiendo nada de lo que dice.
Durante un par de minutos la cosa sigue así. Empiezo a pensar que si esto se pone feo, quizás sea mejor dar el primer paso...  Mientras pienso en esto y en como podrían ir las cosas, David se acerca al mas corpulento, le coge la mano y le da un apretón. Lo mismo con el mas delgado. Los dos sonríen.
Señalandose el cuerpo, David casi grita: "Si es que esto no son maneras". Estamos en calzoncillos.
Los Cuatro hombres dicen un par de frases y  emprenden camino mientras los mas jóvenes siguen con sus risas. Parece que sólo querían ver quien estaba allí. He estado a punto de liarla.

Una vez se han ido, regresamos a la tienda y le comento a David lo que se me estaba pasando por la cabeza y lo que he estado a punto de hacer. "Yo llevaba la navaja en los calzoncillos" Me responde.

Los dos nos hemos puesto nerviosos y completamente desvelados damos vueltas en la tienda durante toda la noche.





2 comentarios:

  1. Hola guapo. quiero que felicites a David por su diplomacia e inspiración en ese momento tan delicado. recordad por donde vayais desplegar esas habilidades sociales q estais demostrando tener. besitos y disfrutad.

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  2. Estoy de acuerdo con Carmen...Guardad el pronto para los mosquitos y el resto bueno ya sabes...be water...Besos!!

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