lunes, 14 de junio de 2010

Sofia

Llegamos por la tarde y casi no vimos nada. Hoy somos dos turistas mas en esta ciudad.
A pesar de ser grande, lo interesante para el viajero esta recogido en el centro de la ciudad.
Recorremos a pie el centro, pasamos de las motos los taxis y los tranvias.


Vamos en plan guiri total, haciendo fotos a los edificios y mirando monumentos, curioso logar Sofia.
Ciudad de bellas mujeres con miradas inquietantes, de tráfico feroz pero medianamente ordenado y no agobiante, de comida barata y como no, un sol de justicia. La mayoría de los tranvías los conducen mujeres y se mueven con soltura entre esta jungla.
Comemos pizza en cada esquina, a este paso nos vamos a poner como el muñeco de michelín.visitamos un par de iglesias y la catedral, menudo curro se pegaron para hacer los mosaicos.








Encontramos un mercadillo en el que venden objetos antiguos, o al menos lo parecen, de esas cosas que cuando vuelva pensaré que tenia que haber comprado. Cámaras de fotos antiguas, bayonetas fusiles y un sinfín de los mas variopintos artículos, sobre todo de la época comunista, mas tarde nos dijeron que hay quien echa de menos ese tiempo. Todo vale para las matroskas, desde Michael Jackson al rey, pasando por Berlusconi, homer, Putin o Bob Esponja.


En todos estos días sobre la moto, David decía que la suya se notaba un poco inestable. Hasta el punto de no poder soltar el manillar o se iba al suelo, miramos la moto y me doy cuenta de que el amortiguador trasero no tiene ninguna precarga, esta regulado para ir con una sola persona sin nada de equipaje, no me extraña que la moto no vaya bien. Saca las herramientas y nos disponemos a regular el muelle a su posición mas tensa. Giro un cuarto de vuelta y al siguiente....... CROK!
Hay una pieza de plástico que se deshace, una especie de arandela entre el tope del muelle y la pieza de regulación de la precarga. Tiene unas patas hacia abajo que mantienen el muelle recto al comprimirse que también se han destrozado. Incluso las mejores maquinas sucumben al paso del tiempo. Evidentemente aquí no hay forma de conseguir esa pieza y uno de los topes del muelle se ha salido. Lo que iba a ser un coser y cantar y con una buena mejoría en la moto acaba de convertirse en un marrón.
Con la ayuda de unos cinchos, conseguimos comprimir el muelle y poner en su sitio el tope del muelle que se había salido. Aunque la pieza de plástico hacia también de espaciador, por lo que la precarga del muelle que queríamos ponerle se ha quedado en sólo la mitad de lo esperado.Lo dejamos funcionando aunque me gustaría buscarle una solución mejor mas adelante.



El amigo de la serreria ha salido esta noche, nos da un respiro hasta que vuelve, ya de día. Hoy he descansado

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