martes, 15 de junio de 2010

Sofia- Estambul

Salimos de Sofia sin prisa y cruzando los dedos para que el amortiguador no de problemas.
La salida de la ciudad es larga y por autopista, vamos a cien y esto es aburrido.Seguimos unos cuantos kms y nos decimos por señas que mejor pasamos de autopista y vamos por nacionales. Es difícil comunicarse por gestos. Mientras nos acercamos a la siguiente salida, una 1150GS con matrícula italiana nos alcanza. Durante un rato rodamos juntos, pero vamos muy despacio. Nos hacemos señas, "Nosotros no mas autopista", entiendo que el tampoco quiere mas autopista, ya solo faltan unos cientos de metros para la salida y el italiano se pone unos metros por delante. No me da tiempo a hacerle algún gesto, tomamos la salida y lo dejamos solo. Me hubiera gustado charlar con  el un rato, a donde vas de donde vienes, tu moto mola, en fin, lo de siempre. Hace ya tiempo que no vemos ningún viajero en moto.

La Carretera nacional tampoco tiene mucho atractivo. Viejas fábricas que no se sabe muy bien si siguen abiertas o no.... algunas está claro que no.
Nos metemos por carreteras menores y nos encontramos algún vehículo ecológico.


Lo señores se quedan sorprendidos de vernos por esa carretera y a pesar de que no entendemos ni jota, el mensaje es bastante claro: ¿No habeis visto la autopista que hay dos kilómetros mas allá?
El calor ya empieza a agobiar y tenemos hambre. Paramos en un restaurante de carretera y gracias a la ayuda de una simpática familia podemos pedir algo de comer. Poca gente habla ingles en Bulgaria.
A decir verdad quien nos ayuda es la hija del matrimonio. El padre, que conduce un buen coche y habla un ingles bastante básico, poniendo todo su empeño en ayudarnos suelta un par de perlas que me hacen sonreir a mi y sonrojar a su hija. No creo que sepa lo que significa lo que acaba de soltar.
Con su ayuda pedimos un par de platos, una ensalada, unas patatas y unas cervezas. Aquí también son de medio litro y el cabeza de familia nos dice que esto es el tamaño estandard. Tienen otras mas pequeñas, de 33cl, pero hay que decirlo para que te las pongan....... Yo creo que es mas de medio litro



La comida es buenísima la cerveza esta bastante fresca y el precio es irrisorio. Me arrepentiré de salir de Bulgaria . Tras terminar la comida, decidimos seguir hasta Turquia. El paisaje que atravesamos no tiene atractivo, se va viendo cada vez más seco y en definitiva parece que estamos en Illescas.
Seguimos camino y cuando queremos darnos cuenta estamos en la frontera con Turquia. Hay que ver que agusto se viaja en primera, la hormigonera se traga los kilómetros de dos en dos.

Tardamos un buen rato en cruzar esta frontera, como un par de horas. Nos piden el pasaporte unas 5 o seis veces en a penas unos metros, pero con 20 minutos entre cada vez. Hay bastantes coches con los motores en marcha que se pegan a nosotros tanto como les es posible. Como si así fuesen a tardar menos.El calor que hace y el de los radiadores de los coches hace la espera mucho mas amena..... Uno de los funcionarios me dice algo asi como que espabile, que hay gente esperando. Le hago un gesto, "ahora, ahora" el tio refunfuña y le digo en español que he guardado los papeles en la maleta hace un  rato, cinco metros mas atrás y que hasta que no abra no se los puedo dar, se ponga como se ponga. Según me salen las palabras por la boca me digo a mi mismo que esto no es lo mejor que puedes hacer en una frontera de un país al que no pareces caerle bien. Afortunadamente el personaje se da cuenta de que yo soy el primero que quiero que esto termine cuanto antes. El traje ya muestra partes mojadas de sudor. La cosa se complica con la moto de David.
No les cuadra la matrícula en el último control. Al tener matrícula antigua la tercera letra va al final en la documentación pero no en la placa. Les explicamos el porqué pero no tienen ganas de hacer el mínimo esfuerzo por entender. Hacen a David volver al primer control .... Afortunadamente a la vuelta no le hacen esperar turno de nuevo.
 Durante el tiempo en el que David se va, llega un chico francés en bicicleta, viene desde cerca de París dando pedales. Se le ve en la cara el esfuerzo realizado. El sol, el aire, la sed y los kilometros han hecho mella en su físico, pero está triste porque en dos días llega a Estambul y su viaje termina.

Al fin salimos de la frontera, casi se nos ha hecho de noche.




Decidimos continuar hasta Estambul. Nunca me ha gustado conducir de noche por lugares que no conozco, pero este dia siempre llega en todos los viajes, ademas, se supone que la carretera es buena.
En  menos de lo que hemos tardado en cruzar la frontera, nos quedan menos de cuarenta kilómetros hasta la ciudad.
Paramos en una gasolinera y me acuerdo de que llevo cierta música en el móvil. Me pongo los cascos y el suave y ronco ronroneo del motor incluso queda bien acompañando a la voz de Loreena Mckennitt.
Si lo hubiese calculado no me habría salido mejor. Tomamos la salida para entrar en la ciudad y empiezan las primeras notas de "The gates of Estambul". Todo seria maravilloso si los tiempos a los que hacen referencia estas melodías siguiesen existiendo. El tráfico de la ciudad me saca del trance en menos de una milésima de segundo.
Aquí se circula como si estuviese en juego el punto que decidirá quien gana el título de fórmula1.
Es como el tráfico de Marrakesh, Casablanca o lugares por el estilo.... Pero a toda hostia!!!!!
Si vas a tu ritmo los coches y furgonetas te adelantan sin contemplaciones por derecha o izquierda, o por los dos a la vez. A pocos centímetros o quizás solo a uno. Aunque vayas a 100......
Acelero. Siempre se me han dado bien estas ciudades.
Cuando le cojo el ritmo, veo un bulto en frente, otro algo mas lejos. Voy a unos 140kmh por una calle de tres carriles.... Los bultos son peatones que cruzan andando tranquilamente por cualquier parte. Esto pasa de castaño oscuro me digo a mi mismo. Corto gas, esquivo un peatón y un coche me adelanta como una exhalación a menos de un palmo. Me desconcentro y me equivoco de desvío. Entramos en una calle con tráfico lento, pero casi lo prefiero, es de noche y no hace calor. Los atascos agobian pero raramente matan.

La zona donde esta el hostel no viene en los mapas, solo sabíamos venir hasta el barrio, habrá que preguntar.
De repente, el trafico desaparece, las calles se abren y no me puedo creer lo que tengo ante mis ojos.
Ya no tengo prisa por encontrar el hostel.



 Mientras hacemos un par de fotos mas, se nos acerca una pareja de recién casados de Madrid, han visto las matrículas de las motos y han venido a saludarnos, charlamos con ellos un rato, gente maja!. Quedamos en que nos vemos al día siguiente. No hace falta quedar, les digo. Estaremos por aquí y nos veremos. No me imaginaba el gentío que hay aquí.
Cuando se van, David y yo nos miramos.. "Estamos en Estambul!! Hemos llegado hasta aquí montados en nuestras motos!!! Nos hemos metido en una postal!!!!!"

Y es cierto, esto es de postal.

2 comentarios:

  1. me encanta tu blog, creo que somos unos cuantos ya los que estamos haciendo el viaje contigo. Un beso y mucha suerte en tu viaje.

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  2. Muchas gracias Marga!! Me alegro de que os guste.
    Espero al menos ser capaz de transmitiros lo que voy viviendo y c omo se nos va dando.
    Un beso

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