viernes, 11 de junio de 2010

Barcelona- Civitavecchia.... Cassino

hay que ver lo que hace el cansancio, a pesar del ir y venir de los chavales, los ronquidos de mis compañeros de "camarote" el calor, el olor a pies..... He dormido como un lirón.
El mediterráneo parece darnos la bienvenida, el agua está en calma, brilla el sol y en la cubierta del barco corre una suave brisa. Incluso unos delfines acompañan al barco durante un rato, se cansan pronto, seguro que tienen mejores cosas que hacer....
He conocido a un italiano que viaja con  una R1200GS,  se llama Giorgio y pasamos la mañana tumbados en la cubierta del barco hablando de motos, de viajes, de tiempo, de dinero, de como mezclarlo todo y que salga algo comestible. No hablamos de política ni de cosas por el estilo, me cae bien este tio! Me dice que puedo pasar la noche en su casa , a unos 120kms al sur de Roma, pero eso me haría desviarme demasiado de la ruta que tengo prevista. Hace un día esplendido!!!
Cerdeña aparece en el horizonte por el sur, al poco, Córcega por el norte, hay que ver como cunden las distancias a sólo 45 kilómetros por hora, a la hora de la comida ya hemos dejado atrás las islas.



Giorgio insiste en que pase la noche en su casa, quiere hacer una foto a su hijo en mi moto. Esta vez acepto.
Seguimos charlando mientras los adolescentes lucen palmito en la piscina del barco, las chicas se iluminan y los chicos se aSOMBRAn.

LLegamos a Civitavecchia, en este puerto las grúas siguen su eterna partida de tetris.


Tardamos un buen rato en salir del barco, Giorgio toma la delantera un monumental atasco nos da la bienvenida. Es domingo y los romanos vuelven de la playa. Tomamos el arcén y el atasco se hace llevadero.
Mucha "macchina" molona, varios porsche de los gordos, un par de  lamborghinis y un espectacular ferrari blanco.... Ahí os quedais!!! Algo bueno tenia que tener la moto.

Llegamos a casa de Giorgio y no sabría decir quien se ilusiona más con el reencuentro, si padre o hijo.
Me presenta a su encantadora esposa quien nos ha preparado una cena exquisita. El chico me explica qué es cada plato y su madre le recuerda que yo no hablo italiano. Es un chaval fantastico y siente bastante curiosidad por mi.

Giorgio, eres un hombre afortunado, tienes una familia maravillosa!!

Despues de un poco de charla, nos vamos a dormir, todos estamos cansados.


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