viernes, 13 de agosto de 2010

Bahawalpur-Islamabad


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Salimos bien temprano de Bahawalpur, la policía nos está esperando.
Esta vez parece que todo funciona, nisiquiera tenemos que pararnos. Cuando  nos dicen que les adelantemos, ya tenemos otro coche delante.Tan solo paramos a comer.

Hoy nos ha cundido el día, a las tres de la tarde llegamos a Lahore y por fin se acabaron las escoltas.
A pesar de las inundaciones, la Karakoram Highway es demasiado tentadora para darla por perdida desde tan lejos. Me dirijo a Islamabad a enterarme de como está la situación en el norte y de paso puedo descansar unos días en el camping por unos céntimos de euro.
Islamabad se encuentra a unos cuatrocientos km de Lahore, pero hay una autopista de peaje  igual que las europeas que comunica las dos ciudades. Por esas carreteras si se puede conducir de noche.

Voy a entrar en la autopista pensando en que igual me escapaba del peaje y un policía me hace parar. ¡Oh, no! Pienso, otra vez escoltas!!  Pero para mi sorpresa me dice que las motocicletas no pueden entrar en esa autopista.  Que hay una señal que lo indica y que tengo que dar la vuelta. ¿¿¿???
Les pregunto porque, e imagino que es porque aquí las motos no superan los ciento veinticinco cc.
Intento explicarles que esta moto es mas potente y tiene mas autonomía que cualquiera de los coches que están pasando por allí en ese momento. Me responden que tengo que ir a Islamabad a pedir un permiso especial para poder usar la autopista................. ¡Vaya tela!!
Tras un tira y afloja, de mas de media hora y por tener la moto mas de un litro de cubicaje me dejan entrar, eso si, pagando. Cachis!!

A las ocho estoy en Islamabad y aquí se puede conducir. Doy un par de vueltas hasta encontrar el camping, pues está un poco escondido y me instalo allí. !Que barato! Pienso. Pero al ir a ducharme me encuentro los servicios como los de la película "trainspotting". En fin, al menos es barato.

Al día siguiente busco en la embajada española  a Miguel, un conocido de David. A ver si el conoce la situación en el norte del país. La gente que he conocido en la embajada es encantadora y me hacen sentir por un momento que estoy de nuevo en casa.
Como con Miguel en un restaurante bastante majo y por la noche ceno en su casa. Buena gente!!

Al dia siguiente, cuando me levanto, me duele todo el cuerpo, me siento un poco mareado y estoy mas cansado que cuando me acosté. paso el dia dormitando, soñando con baños de mármol y vomitando.

Por la noche  me voy a dar una ducha y, de repente, el cielo se cae, no he visto llover de esa forma en mi vida. Solo dura unos minutos, pero la tienda se llena de agua. Tengo fiebre, todo esta empapado y la tienda está en medio de un lodazal. No soy ningún señorito, pero esto es demasiado.

Hago una llamada a Miguel, que viene a recogerme e incluso me invita a quedarme en su casa. Pero prefiero un hotel decente y no darle guerra (por llamarlo de alguna forma)
Pasamos por una farmacia y el farmaceutico le dice que son amebas, es algo bastante común por aquí.

Así que aqui me encuentro, ¡como un señor! en lo que para mi es lujo esperando a reponerme un poco.

Miguel, muchas gracias por todo!!

jueves, 12 de agosto de 2010

Sukkur-Bahawalpur


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Esta noche ha llovido y Sukkur es un barrizal.
Nos llevan hasta la estación de policía y de nuevo esperamos a la escolta.
El día discurre como viene siendo costumbre ultimamente, entre prisas y esperas.
Todo el día encima de la moto con temperaturas altas y humedad altísima. Hay momentos en que esto no es divertido pero confío en encontrar una recompensa mas adelante.
Cruzamos el Indo, Un río de por si grandioso pero ahora totalmente salido de madre.
Niños y no tanto se bañan en sus aguas y me gustaría poder hacer lo mismo.
Veo pasar bellos paisajes sin tiempo de disfrutarlos...















 Después de pasar otra jornada entera sobre la moto, no queremos conducir de noche de ninguna manera.
Los Policías nos llevan a un hotel del PTDC (Pakistan tourism development corporation), lujo ibérico.
Caro, por supuesto, pero es lo que hay.

Estoy harto de las prisas...

Quetta- Sukkur


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De nuevo por la mañana la policía viene a buscarnos y dejamos Quetta temprano.

De nuevo los cambios de escolta nos retrasan....

Estamos parados en una gasolinera donde dos camioneros trabajan en sus maquinas. Le hago una foto  y el conductor me muestra orgulloso su camión. Me enseña como han camuflado un depósito de cuatro mil litros en el chasis del remolque. El combustible en Iran es mucho mas barato.
Le explico que en España los camiones son bastante diferentes y se queda bastante extrañado de que no los pinten de colores y les pongan todo tipo de adornos. Al fin y al cabo, para que quiere uno un camión, ¿para llevar cosas? Aquí son para ser el rey de la carretera !








Aunque no son igual que los europeos, se les carga mas aun y así, de vez en cuando...








Empezamos a descender por un paso montañoso y por fin nos deshacemos de la escolta. La vía del tren que va paralela a la carretera y algunos puentes en bastante mal estado son un recuerdo de la aun reciente etapa colonial de este país.
Llegamos al fondo de un valle por donde discurre un río que se ve  ha estado desbordado hace poco tiempo.





La temperatura sigue igual, pero la humedad se nota bastante. Cuando hacemos una parada para comer sudamos a chorros. Dicen que la comida picante ayuda en estos climas pero yo daría lo que fuera por una cerveza fresca... No! Mejor helada!!

Así hacemos unos cuantos kilómetros  y empezamos a ver con nuestros propios ojos los efectos de las lluvias. En algunas poblaciones aun queda mas de medio metro de agua. Las casas construidas con adobe se han deshecho como terrones de azúcar,  los cultivos han sido arrastrados por el agua y un largo rastro de tumbas blancas ha quedado como macabro recuerdo del paso del monzón.














Curiosamente, los niños juegan en el barro, la gente sigue su vida y no parece haber pasado nada especialmente grave. No se si es la filosofía de vida, la fuerza de la costumbre o pura realidad. La vida continua. 
Los animales que han sobrevivido son conducidos a terrenos mas favorables, los dromedarios se sienten mas cómodos en la arena que en el barro.

 

Llegamos a Shikarpur bien entrada la tarde, no queremos conducir de  noche y buscamos un hotel.
Solo hay uno, solo tienen una habitación sin muebles,  habría que dormir en el suelo.
Neils y Anke  recuerdan este lugar de otra vez y no les convenció mucho que digamos, sucio, incómodo y con un ambiente un poco "raro".
Los policías que nos escoltan nos dicen que en cuarenta minutos podemos llegar a Sukkur, a unos cuarenta  kilómetros de allí. !No se lo creen ni ellos! Hemos tardado doce horas en hacer poco mas de trescientos km ...¡Y eso que hemos ido un buen trozo solos!
Nada mas salir del pueblo, tenemos que parar  a esperar, hasta caer el sol, a  la siguiente escolta.





Llegamos a Sukkur ya de noche, la escolta nos abandona de nuevo antes de llegar y me hago la promesa de no volver a conducir de noche por aquí. Es casi un suicidio.

Encontramos un hotel a precio decente y queremos descansar. La ultima pregunta de la recepción. 
¿A que hora salen mañana? La policia les escoltará....

Dalbandin-Quetta




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Salimos de Dalbandin tan pronto como podemos.

La carretera a Quetta esta en peor estado que la de ayer, sigue habiendo arena, sigue soplando el viento y sigue haciendo calor.
Pero también hay mas dromedarios y empiezo a ver los famosos camiones tuning pakistanís.









Hay grandes tramos en obras  lo que sumado a los controles del ejercito hacen que en todo el dia apenas consigamos avanzar





Cuando estamos llegando a Quetta la escolta desaparece. ¡Era el unico momento en que la necesitábamos!.
Nos han dejado solos y sin saber a donde vamos en medio de la noche. Conducir de noche por aquí es una autentica locura. Todos dan todas las luces que llevan y los camiones siempre ganan.
No es ese el peor de los problemas, la gente , los demás vehículos, y cualquier animal cruzan a su antojo por todas partes y  no es nada extraño encontrar un agujero de mas de un metro en la carretera.

Gracias a que llevo marcado el punto, llegamos al Bloomstar hotel  y podemos descansar decentemente.
Hoy ha sido un día duro.

Mirjaveh- Dalbandin (Pakistan)


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A las seis de la mañana la policía nos espera en la entrada al hotel. Nos acompaña hasta la frontera pero no nos dejan comprar comida en el pueblo. Neils tiene que repostar pero le dicen que mejor en la frontera. No quieren perder su tiempo con extranjeros.

En la frontera nos encontramos con que la gasolinera no acepta la tarjeta de combustible de Neils y tampoco acepta dinero. Tendríamos que volver a Mirjaveh. Hablamos con algunos camioneros y al final uno acepta ponerle 50 litros y pagarselo en metálico.

Hacemos los tramites de las aduanas, compramos agua y por fin entramos en Pakistan. La policia a este lado de la frontera parece mas agradable, también nos escoltarán. Pero cuando salimos de Taftan son ya las doce.

Taftan es un lugar que se mantiene exclusivamente por el paso fronterizo.



Un policía va en la furgoneta de Neils y cada pocos kms, hay controles del ejercito en la carretera. Lo unico destacable es la aparición de vez en cuando de dromedarios salvajes.





El paisaje es totalmente inhóspito aunque al menos la carretera es buena. En algunos tramos lenguas de arena quieren comerse el asfalto y a veces lo hacen por completo. Hay rachas de viento muy fuerte  y la temperatura es bastante alta.











Tras una infinidad  de controles, cambios de escolta y demás, llegamos a Dalbandin, un pueblo situado en medio del Balochistán. Solo hay un hotel está  en la misma carretera y nos parece que los vehículos quedarían demasiado a la vista. Preguntamos si podemos quedarnos en la estación de policía y vamos hacia allá.
Una vez dentro, nos damos cuenta que no es solo una estación de policía. Es tarde y nos quedamos allí a dormir.

Bam- Mirjaveh


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He dormido bastante bien y me levanto temprano.

Neils  y su familia han hecho lo mismo. Tenemos que esperar un rato a que llegue la policía, a partir de aquí nos escoltarán. El desierto de Balochistan es la salida del opio Afgano y lugar de continuos enfrentamientos entre ejercito y traficantes..
Primero un coche de policía nos deja en las afueras del pueblo y tenemos que esperar a que llegue una patrulla del ejercito.


Cuando llegan todos llevan la cara tapada,  ir en la parte trasera de una pick-up en un desierto no debe ser demasiado bueno para el cutis.....
La escolta es local, cambia cada pocos kms y esto nos retrasa continuamente, ademas tenemos que estar parados durante horas en lugares que no hay absolutamente nada.



A veces dudo de si la escolta es por seguridad o por que no terminan de creerse que alguien vaya allí a otra cosa que no sea traficar con drogas.

Se nos va a hacer de noche por el camino. Esto si que me hace poca gracia. De todas las recomendaciones que me han hecho para venir aquí, hay una que se repite continuamente "Ni se te ocurra circular de noche"



Finalmente llegamos a Mirjaveh  oscureciendo. Solo hay un hotel aquí. No es malo ni barato, pero aprovechando la situación (es de noche y no tenemos otra opción) el gerente intenta hacer negocio.
Tras algunas negociaciones, Neils y su familia dormirán en su furgoneta y yo en una cabaña en el patio.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Yazd-Bam


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Me he entretenido mas de la cuenta en Yazd y toca etapa maratoniana.

No hay demasiado que contar, paisaje desértico con largas rectas y buen asfalto.



A pesar de que estoy en un desierto, hoy la temperatura no ha subido de veinticinco grados. Después de lo que llevo, hoy casi he pasado frío.

Me detengo en Kerman a comer y a contactar con un Australiano que ya ha partido cuando llego.

Continuo hacia Bam y me encuentro en el camino a una familia alemana que conocí en Yazd, habíamos quedado en el Akbar guest house para hacer parte de camino juntos.



Cuando llego a Bam me confirman lo que ya sabía, el terremoto destruyo toda la ciudad y a pesar de que se esta reconstruyendo la parte antigua, no queda nada en pie. Cuando Neils y su familia llegan, decidimos pasar el rato charlando y comiendo, así que me marco una tortilla de patatas de las que hacen historia.



Shiraz- Yazd


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Hoy he dormido........ por lo menos dos minutos!  Menudo calor ha hecho esta noche!
El despertador suena a las seis, pero tampoco hacía falta.
Recojo la maleta bajo la escalera, ya hay gente en el parking, pero nadie en la recepción. Mientras pongo las cosas en la moto aparece el gerente del hotel con mas sueño que yo.

Salgo zumbando de Shiraz y paro a poner gasolina y a desayunar algo, creo que el gasolinero me quiere engañar y le protesto. El precio del combustible en Iran, si no tienes una tarjeta para las gasolineras, puede variar bastante. Finalmente, nos entendemos. Salgo a la carretera y  en un momento me planto en Persépolis. Son las ocho y cinco, acaban de abrir pero ya hay bastante gente. Tengo que visitar el lugar con el traje de luces... si se me ocurre quitarme los pantalones aquí, me matan.

Persépolis es una autentica obra de arte, bueno, lo que queda de ella. Como viene ocurriendo, a alguien les molestaban los rostros y extremidades humanas y tuvo que destruir todas las que pudo.
A otros les pareció que la fecha en la que pasaron por allí era realmente importante y tuvieron que grabarlo en la roca. Algunos de estos grafitis tienen ya uno o dos siglos y al menos se tomaron la molestia de grabarlo con buena letra y sin faltas de ortografía.(Algo es algo). Aunque lo peor ocurrió muchos años atrás, pues fue el propio Alejandro Magno el que ordenó destruir esta maravilla. Por si alguien quiere información detallada sobre el tema:  http://es.wikipedia.org/wiki/Pers%C3%A9polis













Empapado de historia y soñando despierto, unas voces me devuelven al mundo real. Dos jóvenes me interrogan por enésima vez "What's your name?  Juan. Where are you from? Spain ... World cup!!! Good!!....." Luego viene lo de la moto... "How much??"  La verdad es que ya aburre, pero sigo viendo la ilusión y el interés con el que preguntan, que al final siempre les contesto con una sonrisa en la boca.
Por cierto, la entrada a Persépolis cuesta cuarenta céntimos de euro....

Apenas un kilómetro mas adelante, se encuentra Naqsh e rajab y al otro lado de la carretera esta Naqsh e rostam  http://es.wikipedia.org/wiki/Naqsh-e_Rostam





No me entretengo mucho aquí, aun queda un largo camino.

Tomo el desvio a Yazd y el paisaje se torna desértico. A pesar de la altura, inmensas planices se extienden  a ambos lados de la carretera y la temperatura no baja de cuarenta grados. La continuidad del paisaje solo se ve alterada por la aparición de algún caravanserai en ruinas, aunque queda alguno  en pie .




 A lo lejos se puede ver algún pequeño tornado. En un momento se forma uno justo al lado de la carretera, unos 200m por delante de mi. y me quedo mirando embelesado. De repente gira hacia la carretera y me engulle. Casi levanta las ruedas del suelo y me zarandea con una fuerza tremenda. No puedo contrarrestar semejante empuje y termino a un par de metros del asfalto.No imaginé que pudiera ser tan fuerte.

Subo un puerto de montaña y al otro lado se encuentra la ciudad de Yazd, la puerta del desierto.
En la época en la que caravanas de camellos recorrían esta ruta, esta ciudad era el ultimo punto para avituallarse antes de internarse en el desierto de Balochistan.

Pocas ciudades están tan bien adaptadas al lugar en el que se encuentran. Altos muros de adobe protegen las calles del viento y a las casa del sol. Las torres de ventilación crean corrientes de aire que hacen agradable el interior de las casa aunque la temperatura supere los cincuenta grados.

Apenas son las cuatro de la tarde, podría haber salido de Shiraz el día antes....

Busco el  Silk road hotel  y me alegra encontrar de nuevo ese ambiente de viajeros de todo el mundo.

Paso aquí dos días caminando por solitarias calles, descubriendo los vestigios de antiguas religiones y conociendo gente que hace que viajar merezca la pena.