jueves, 29 de julio de 2010

Esfahan- Shiraz


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Después de retrasar un día la salida,esta vez me levanto a las cinco y media para cargar la moto.
Pongo maletas, neumáticos y demás mientras pienso en todo lo vivido en esta ciudad y me doy cuenta de que algo falta en la moto.
Han roto un deflector de viento, el que mas dañado quedó en la gasolinera turca, y lo que es peor y mas me duele, han arrancado un faro supletorio.
Esta noche era fiesta, el cumpleaños del imam, que cuando dios venga al mundo se unirá con el resto de imanes y....... En fin, que había alboroto y que si tienes un buen día llega algún imbecil y te lo fastidia....

Miro alrededor, por si lo han tirado, pero se ve que se lo han llevado como trofeo. Hoy tengo tarea y no hay tiempo para preocuparse. Salgo hacia Shiraz atravesando la cordillera de Zagros.
Según la guía es espectacular e intentaré hacerlo en un solo día, mas de seiscientos kilómetros  por carreteras de montaña.

Los primeros cien kms hasta Shahrekord, fluyen por una especie de autovia, la moto  va muy cómoda.
Poco a poco, nada mas dejar atras este pueblo, se empieza a retorcer y , como decía la guía, el paisaje es espectacular. Aunque tengo que decir que para cualquiera que haya atravesado el Atlas Marroquí , tampoco es para tanto.


Paisaje semi desertico y escarpado que contrasta con los arrozales de los valles, curioso pasaje en Iran.

Despues de un rato veo que esto llevará su tiempo y empiezo a plantearme si ha sido buena ida tomar esta ruta. Como ya he dicho, este tipo de paisaje ya me es conocido.

Un par de veces tengo que parar a mirar el pequeño mapa de la guía y buscar el desvío correcto, no es complicado, pero veo un coche de policía y les pregunto....Craso error!

Me piden el pasaporte y me dicen que se lo tienen que llevar, a lo que me niego rotundamente.
Ya me han advertido de que quizás la policía intente hacerse con pasaporte o incluso con el vehículo.
Sin soltar el pasaporte en  ningún momento, tenemos un tira y afloja durante unos minutos, al final les doy una fotocopia que llevo con la documentación y me dicen "escort". No se a cuento de qué, me da que lo que quieren es ver la moto, o algo...

Voy detrás de ellos unos 30 km y cuando veo que se paran en un descampado, paso suavemente a su lado, les digo adiós con la mano y  brrrrrooooooooooomm!!!
No se si tenían malas intenciones, pero la maniobra no me ha gustado un pelo. Sea como sea, me han retrasado mucho.

Afortunadamente, la carretera se endereza mas adelante y consigo llegar a Shiraz aun de día. Encuentro el Zand hotel, donde puedo aparcar la moto y dormir por unos ocho euros, salgo a la calle a dar una vuelta y casi todo está cerrado. Ademas, para mi desgracia, Shiraz no es tan bonito como yo esperaba, no hay mucho que hacer aquí.  Me planteo ir a Persepolis al día siguiente y salir zumbando, pero el calor y el jolgorio de la casa de al lado me desvelan y termino durmiendome a las cuatro o las cinco y me despierto a las nueve.

Persepolis abre a las 8 y me gustaría llegar a Yazd, a mas de 400km. No me apetece pasar el dia al sol con el traje de luces. Algo habrá en Shiraz....

Me equivocaba, en Shiraz no hay nada, después de dar vueltas toda la mañana, lo mas interesante son unos jardines que están bastante lejos y encima hay que pagar....

Entro en un chiringuito de internet y va como un caracol, encima el dichoso filtro de censura no me deja ver nada de lo que busco, un tipo con barba entra.. Conozco esa cara! Es Jordi, el que conocí en Esfahan, charlamos un rato, pero tiene malas noticias, un familiar tiene problemas de salud y tiene que terminar su viaje abruptamente. Lo siento Jordi, ánimo!!

Vuelvo al hotel y alguien me chista, es un europeo, no lo conozco hasta que..  Es el galés que conocí en Estambul!! Que pequeño es el mundo! Salimos a tomar algo y me encuentro con otro alemán que ha estado unos días en Esfahan. Realmente pequeño este mundo!! Estamos todos en el mismo hotel! Tras un rato de charla, volvemos al hotel cansados.

Mañana a las 5 salgo de aquí como un cohete.

Esfahan, medio mundo!

He pasado nueve días en Esfahan.

Tras los primeros días pensando que este era el final de este viaje, decidí tomarmelo con calma.
Si tengo que volver ahora volveré, pero si cabe alguna posibilidad, entonces continuaré.

El ambiente en este hostel es bastante agradable. Viajeros venidos de los cuatro puntos cardinales comparten su historia, la que cada uno escribimos cada día en ese libro que es nuestra propia vida.

Gente agradable, habladora, simpática y en definitiva gente con ganas de conocer a otras personas.
Muchos hemos pasado algo mas de un par de día y es con esos con los que mas he tratado.

Martin y su challenge en su camino hacia Australia.
El quijotesco alemán en su largo peregrinaje.
Los chavales franceses camino de la India.
Jordi, sonriente sobre su enfield en Cachemira.
Bartolomeu en su continuo reto de superación.
Udo y su esposa, la calma personificada en profesor de piano.
La simpática japonesa con la que compartí habitación por un día.
Laura y su serena belleza e inquieto carácter.
El canadiense casi albino de mirada despierta.
Pablo y David, los argentinos que viajan a la velocidad de la luz.
Leonardo y su distraída lucidez.

Gente que recordaré con el paso del tiempo.

Los intercambios de impresiones en el patio del hostel.
Los momentos vividos bajo los puentes de Esfahan.
La animada charla en castellano entre un iraní, un indio, un italiano y un español.
La caída del sol en la enorme plaza del imam.
El frío agua de las fuentes en la noche.
Las cenas en los parques en agradable compañia.

Momentos que pasaron y jamas volverán.

Recuerdos en definitiva que dejan huella en la memoria, que alimentan mi alma, que no olvidaré, que humedecen mis ojos mientras escribo esto.

Esfahan, medio mundo!!

El que ha pasado ante mis ojos, el que queda en mi interior.

Hasta siempre!!

lunes, 26 de julio de 2010

Tehran- Esfahan


Ver Tehran- Esfahan en un mapa más grande


El tráfico, tan intenso como cualquier hora punta, no ha cesado en toda la noche.
Los mosquitos y un sorprendente descenso de la temperatura han hecho el resto... No he pegado ojo en toda  la noche.

Un agriculto r se acerca a ver las motos cuando el sol apenas despunta, estamos rodeados de campos de cultivo.
Bien temprano, recogemos  y salimos dirección Esfahan.

Desoladores paisajes rodean la carretera, la temperatura sube un grado cada pocos minutos y recuerdo por enésima vez cuan sufrido es admirar la belleza de estos parajes. Un lago salado rompe la continuidad en el entorno, apareciendo como reflejo en la lejanía. Cada vez hace mas calor, cada vez tenemos que parar más a intentar esquivar ese viento que hace tiempo que no refresca sino que quema.

La carretera se eleva por encima de los 2000m de altura, pero la primavera ha abandonado estos parajes y el sol no da respiro. 39ºC a esa altura y mas de 43 cuando entramos en Esfahan.

Es una ciudad enorme, la segunda mas grande de Iran. Nos dirigimos al centro un poco a ciegas y  nos plantamos en la plaza del Iman, la segunda mas grande del mundo. Me acerco a un policia a preguntar si podemos aparcar las motos cerca de el y abre la barrera, tenemos via libre.  Entramos en la plaza y hacemos unas fotos mientras una multitud nos rodea, para variar.

Entre bienvenidas, saludos, preguntas y demás salimos de allí y buscamos un lugar donde dormir. Curiosamente encontramos lo que buscábamos, el Amir kabir hostel.... Y hay una moto aparcada en la puerta!  Es de Martin, un alemán que viaja solo, sin prisas en su challenge bien preparadita. Mas tarde, después de una charla descubrimos que también va patrocinado, touratech le ha pagado toda la preparación.

Llamamos a la gente que conocimos en Masuleh y nos muestran algunas de las maravillas que contiene esta ciudad, "Medio mundo" como se decía en la antigüedad.

Volvemos al hostel,  una ducha y al salir, bajo un escalón y la rodilla se me resiente, en unas horas vuelvo a tener liquido.................. MIERDA!!!!!!!

Al día siguiente, me levanto con ella hinchada, no mucho, tampoco duele, pero me echa el ánimo por tierra.
Comprendo que tendré que estar de nuevo unos días quieto y eso me desespera. David vuelve a hacer de enfermero y me trae algo de comida.

Al segundo día, nos sentamos a hablar y ante la espectativa de pasar allí estancado mas tiempo le animo a que siga solo si lo cree conveniente. El hostel es lo mejor que he encontrado desde que pisamos Asia, alli puedo dormir por poco dinero, y los de la recepción me pueden conseguir comida, lo tengo todo.
Ademas se respira un ambiente estupendo. Como en todos los hostel, viajeros de cada extremos del planeta se reunen por la tarde a compartir experiencias. Me gusta este Sitio.

David vuelve a España y yo me quedo con una agria sensación de haber fallado en mi propósito.
Un sobresaliente no es suficiente en esta escuela, aquí solo se aprueba con matrícula de honor, pienso un tanto desanimado.

Masuleh- Tehran


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Abandonamos al fin Masuleh. Apenas he tenido tiempo de verlo, pero prefería mantener reposo y recuperar mi rodilla. Durante casi una semana David se ha encargado de cocinar, hacer la compra,etc.

Gracias de nuevo David!

En principio queremos llegar hasta Esfahan, ya que nos han dicho que Tehran es una ciudad agobiante y no es precisamente lo que mas nos gusta. Tomamos una ruta mas directa, pues habíamos planeado recorrer la costa del Caspio y llegar hasta Tehran desde el este por una carretera que bordea la montaña mas alta de Iran , por encima de 5600m de altura.

Tomamos la autopista de peaje, para mantener un buen ritmo y llegar a Esfahan. Las autopistas en Iran son gratuitas para las motos, asi que de nuevo nos llevamos una grata sorpresa.

Según nos alejamos del Caspio la humedad va dejando paso a un calor abrasador, aunque casi lo prefiero.

Tehran nos da una calurosa bienvenida, mas de 40ºC y con el traje de la moto. Las bromas se repiten, "Se me están quedando los pies helados", etc. ¡Hay que tener ganas!

Hacemos una parada en la ciudad para buscar un "internet cafe". Queremos recopilar información para decidir sobre nuestros siguientes pasos. A penas hemos encontrado nada de lo que buscábamos pero se está haciendo de noche  y decidimos salir de la ciudad para librarnos del intenso tráfico y agobiante calor que reina en esta ciudad.

Son casi las doce de la noche y nos encontramos en un apartado de la autopista que parece que cada vez tiene mas tráfico. Finalmente decidimos acampar en un apartado en el que hay agua y algunos árboles.
Nos separamos todo lo posible de la carretera pero, esta vez con toda seguridad, cada vez hay mas tráfico.

Ni siquiera montamos la tienda, no creemos que llueva ni que haga frío.

Por cierto, Estamos muy cerca del lugar donde está enterrado el Imán Homeini. Un descomunal mausoleo, aun en construcción, situado al lado de la carretera.

Unos días mas tarde, leí algo sobre el entierro de Homeini, el mas multitudinario en el mundo hasta el día de hoy. Si tenéis tiempo, os recomendaría echar un vistazo en internet sobre el asunto, no tiene desperdicio.

 

domingo, 25 de julio de 2010

Havik- Masuleh


Ver casa masuleh en un mapa más grande


A la mañana siguiente, con la rodilla un poco hinchada salimos hacia Masuleh, un npequeño y pintoresco pueblo en las montañas que rodean el Caspio.

Le decimos a Fereydon que como podemos agradecerle lo que ha hecho por nosotros y rehusa todo lo que le proponemos, aunque en nuestra conciencia algo nos dice que esto no puede quedar así.
Nos acompaña un rato por la carretera pero en cuanto se va, damos la vuelta y volvemos sobre nuestros pasos.
En una tienda compramos una bicicleta para su hija, una niña encantadora.
No están en casa cuando volvemos, pero sus amigos se encargan de que reciba el regalo.

La carretera hacia Masuleh no tiene ningún atractivo. El tráfico es de locos y cuando vemos un cartel que señala una playa no lo dudamos.

Las playas son lugares curiosos en Iran, están llenas pero a penas hay gente bañandose.
Ademas hay que hacerlo en el recinto de baño, uno para hombres y el de mujeres no lo vimos.
Nos han advertido repetidamente de que no se nos ocurra acercarnos al recinto de baño de mujeres ni por error.  Por cierto, las mujeres no pueden utilizar bañador, tienen que bañarse completamente vestidas. Incluso con el chador, esa "manta" negra que les cubre de la cabeza a los pies.

La playa esta sucia como un vertedero, al fin y al cabo eso es lo que es. Nadie utiliza las papeleras, que casi no hay, y todo se tira al suelo. A pesar de esto, la temperatura nos lleva al agua, que apenas nos refresca. La visión de un trozo de mierda (humana) flotando entre los bañistas, es la gota que colma el vaso.

David me mira estupefacto cuando mas que decir, ordeno, "Vamonos" pero me sigue. No pone reparos cuando se lo cuento.

Salimos de allí como mas cabreados que frescos y compramos una sandia para comernosla a la sombra de la vegetación que cubre esa zona costera. En menos de lo que tardo en pagar la sandia, ya nos han invitado a comer.
Una amable familia de Tabriz nos ofrece su comida, bebida y compañía, aceptamos encantados y disfrutamos de una agradable conversación, algunos de ellos hablan ingles. Al final no nos dejan ni poner la sandia y tenemos que llevarnosla de nuevo.

Llegamos a Masuleh, donde hay un atasco monumental, aquí es algo así como navidad y en el pueblo no se cabe. Nada mas llegar nos ofrecen una casa de alquiler por quince dolares dia, es un buen precio y decidimos quedarnos. Insisto al "agente inmobiliario" en que tiene que haber espacio para aparcar las motos y me asegura que lo hay.

La casa hay que verla.... bueno, no se puede pedir mucho visto lo visto.
Masuleh es un pueblo construido en vertical, apenas hay dos calles y en el resto, se anda por los tejados de la casa de debajo.... Para llevar las motos hasta nuestra casa hay que subir unas escaleras, seguir un estrecho voladizo y finalmente subir unos escalones, afortunadamente romos, Para terminar aparcando en el borde del tejado de la casa de al lado.

Cuando me quito el traje, tengo la rodilla mas hinchada que por la mañana. Hablo con David y decidimos quedarnos unos días aquí hasta que mejore un poco, al fin y al cabo, se está fresco y el alojamiento es barato....

Pero la dueña de la casa viene todas las mañanas a hacer sus necesidades y atasca el sanitario cada vez.
David se mosquea (con razón) y finalmente cambiamos de casa.
Unos días de reposo, un último día de visita turística y  adiós Masuleh.

Tabriz-Havik y excursión con clases de trial.


Ver tabriz casa en un mapa más grande

He quedado con David en vernos dirección al mar Caspio.
Recojo las cosas y salgo dirección Ardebil.
Circulo por un altiplano entre 1600 y 2000m de altura con temperaturas agradables un viento suave.
Las carreteras son mejores que los conductores, cuanto mas al este, mas imprudentes y temerarios se vuelven los conductores.

Llego a Ardebil y busco una libreria, varias personas me preguntan de donde vengo y un señor en un taxi me dice que me lleva a una donde tienen libros en ingles. Cuando llegamos esta cerrado. Este señor me invita  a entrar a un mausoleo que hay cerca de la libreria, convence a un policia para que me deje aparcar la moto dentro del recinto y la vigile mientras estamos dentro, me invita a comer y me acompaña a un lugar mas fresco mientras llamo a David. No me ha dejado pagar nada.

Salgo de Ardebil, al poco cruzo un tunel y el paisaje vuelve a cambiar drasticamente. La humedad del caspio no puede superar la barrera montañosa que lo rodea y se queda en esas laderas. Una frondosa vegetación cubre este lado de las montañas.
Alcanzo a David en medio del puerto que baja hasta el caspio y, de nuevo juntos, aumentamos un poco el ritmo hasta llegar al Caspio, varios metros por debajo del nivel de los oceanos.La humedad, el sofocante calor, la vegetación y los arrozales hacen del entorno del mar Caspio algo mas parecido a Camboya o Vietnam que lo que yo esperaba de Iran.

Se va haciendo tarde y, despues de cenar algo, buscamos un sitio donde acampar. Dejamos la carretera y nos metemos por un camino hacia el interior. Preguntamos a un hombre joven donde podriamos acampar y generosamente nos ofrece un lugar junto a los animales que tiene. La verdad es que el sitio, lleno de gallinas, patos , vacas y demas, no parece lo mas salubre de por aqui, asi que le preguntamos si podriamos dormir en el porche de su casa , ya que tiene moqueta y asi no tendriamos que montar la tienda. Se queda pensativo por un momento , parece liarse la manta a la cabeza y termina haciendonos gestos para que lo acompañemos. Nos lleva a su casa y nos dice que dormiremos allí.
Nos ofrece algo de comer y aunque tratamos de decirle que ya hemos cenado, no acepta un no por respuesta y comemos algo ya con el estomago lleno.

Incluso nos pone el partido Alemania-España, que no nos interesa demasiado, pero vemos con mas sueño que otra cosa y celebramos la victoria de la selección.

Por fin nos vamos a dormir y, a pesar del calor, tenemos que dormir arropados, los mosquitos pican incluso a traves de la ropa.

A la mañana siguiente recogemos el equipaje con intención de partir y Fereydon nos pregunta si queremos darnos un baño en el Caspio. Dificil elección!!

Entre el y un amigo nos llevan en sus 125 hasta la orilla del mar... Y ahora me gustaria decir que tuvimos un rato agradable en sus frescas aguas.... Pero lo cierto es que el Caspio está sucio, el agua está caliente y no fue especialmente agradable. De vuelta a casa de Fereydon, su mujer nos pregunta si tenemos tiempo para un picnic. Señala hacia las montañas haciendonos entender que arriba no hace calor y se está agusto, aceptamos pensando que será ir y volver...

Va pasando la tarde y el coche que debia recoger a la mujer e hija de Fereydon no aparece . Se va haciendo tarde y al final pone una manta sobre el asiento y el deposito de su 125 y sube a su mujer e hija. Hemos descargado nuestras motos por lo que nos parecen unas endurillos. Así salimos a las tres de la tarde dirección a las montañas... De picnic!




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Tomamos el desvio hacia la montaña y se acaba el asfalto. El camino de empieza a empinar, pero aun tomamos fotos.
Pasado el puente el camino se empina de verdad, las curvas se enlazan unas con otras y con la misma inclinación que el camino que a veces esta lleno de piedras, a veces con chorreras profundas y a veces cubierto de un fina arena.

Llegamos a las nueve, ya de noche a una especie de poblados en lo alto de la montaña. Hemos subido desde el Caspio hasta mas de 2500m de altura en sesenta kms, por un camino de cabras. Fereydon ha llevado a su mujer e hija sin casco ni protecciones en su 125. En España, yendo con la challenge, yo me pensaria dos veces meterme por un camino así.

Ya de noche y poco antes de llegar, David se cae en un tramo con una fuerte inclinación lateral, chorreras y arena. Mal sitio, pienso....

Al dia siguiente, despues de reunirse la familia al completo ( aquí las familias son grandes) falta sitio en las motos y me colocan a dos niños. Intento explicarles que la moto es demasiado pesada para circular por aquí incluso conmigo solo, pero se ve que piensan que al ser mas grande, la moto va mejor.

Con mucho cuidado, y un poco nervioso al llevar tan preciada carga, nos vamos a lo alto de las montañas donde organizan el picnic. Un lugar elevado, donde hay una fuente pero ninguna sombra y alli hacen el quebap de cordero. Lo sufrimos tanto como lo disfrutamos por el sol que hace y volvemos al poblado.

Hay mas polvo que ayer y la moto esta cubierta hasta las cejas. La gran cúpula de la  moto apenas me deja ver por donde voy y  sin saber muy bien porque, una fuerte sacudida de la rueda delantera me desestabiliza, llevo dos niños en la moto y no quiero tirarles al suelo.... No puedo acelerar, llevo otras motos demasiado cerca, intento como ultimo recurso plantar el pie pero el peso de la moto me vence y caemos ya casi parados.
Los niños están bien, pero al intentar levantar la moto, una punzada en la rodilla no me deja hacer fuerza.
Me he caído en el mismo sitio que David.......

Convenzo como puedo a Fereydon de que hay que bajar cuanto antes. Ya he tenido lesiones en esta rodilla y si se me hincha no podré conducir la moto. Bajamos despacio y con cuidado, incluso le desmonto la cúpula para poder ver algo.

Llegamos abajo totalmente cubiertos de polvo y muy cansados. Ha sido realmente duro.

Y esto para nuestros anfitriones es un día de diversión.




lunes, 19 de julio de 2010

Goris-Tabriz


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Desayunamos temprano y dejamos Goris dirección sur.
Los tramos de obras en las carreteras ya son parte habitual del viaje y el camino de grava nos parece casi una autopista.
Al poco de salir de Goris, descendemos hasta unos 600m de altura, llevamos tiempo sin estar tan bajo y el calor aprieta de nuevo.
Subimos y bajamos un puerto con curvas cerradas y paisaje sobrecogedor. Nuevamente en lo alto, circulamos  muy cerca de la frontera con Acerbayan y los puestos de vigilancia se suceden continuamente. Parece que la situación entre estos dos paises sigue siendo tensa.

Llegamos a Kapan, donde deberiamos coger una carretera que cruza un parque nacional. No conseguimos encontrarla y la gente a la que preguntamos nos aconseja seguir por la que vamos.... O eso creemos.
Esto del idioma, a veces es un problema, hacerse entender mas alla del "comer" "dormir",etc se hace a veces bastante complicado.
Gigantescas moles de piedra se elevan a nuestra izquierda al salir de Kapan. Sugiendo de entre el bosque, el granito parece querer tocar el cielo. Estamos a unos 800m de altura y las cimas que alcanzamos a ver quizas superen los 3000.

LLegamos a Kajaran, donde hacemos un alto en el camino para comer algo pero las tiendas que encomtramos parecen bastante poco surtidas y lo unico que conseguimos son unas chocolatinas.

Un chiquillo en un a bici me hace señas para que le de un espejo, le digo que lo necesito, pero prueba suerte con David que le dice lo mismo. El chaval se queda un poco descontento diciendo algo asi como "Venga hombre, si llevais dos!!"....

Nada mas salir dirección a Meghri, la carretera se empina y retuerce como una serpiente pera coronar el Meghri passing con sus mas de 2500m en unos 15 kilómetros. Espectacular paisaje y fuerte viento nos acompañan mientras hacemos unas fotos. Descendemos hasta Meghri, donde intentamos nuevamente comer algo en un restaurante. El Idimoa vuelve a jugarnos una mala pasada y la señora que atiende intenta axplicarnos lo que tiene y lo que cuesta. Un trozo de pollo son 2000 drams, cuando le decimos que si, resulta que son 2500....y cuando ve el billete de 20 dólares son 3500 por cabeza. Recogemos las cosas y terminamos comiendo un bocadillo de atun con tomate en la entrada de un cuartel militar cerca de la frontera.

Nos dirigimos hasta el puesto fronterizo que mas bien parece una carcel de maxima seguridad. Primero un control militar, una alta alambrada despues hasta llegar a la aduana. El permisivo señor que nos dejo entrar sin problemas, nos pone en un aprieto, pues nos piden un "computer document" sin el que ,al parecer, no es posible salir con la moto. Tras una larga espera y consultar con varios agentes mas, nos dejan por fin pasar... Hasta el siguiente puesto en el que a la señora encargada de sellar el pasaporte se lo toma con calma y tarda una media hora en hacerlo. Sin un sitio donde resguardarnos del sol. Afortunadamente, tarda menos con el de David.
Luego, un militar, comprueba el sello de pasaporte e inspecciona de arriba abajo la moto y el equipaje.
Al ver el neceser, me pregunta para que son las pastillas que llevo, por señas le explico que son antiinflamatorios, calmantes y demas, me mira con el ceño fruncido yme pregunta en voz baja "¿Viagra?".


Por fin cruzamos un puente y al otro lado nuevamente nos reciben militares, esta vez muy jovenes, y de mejor humor. Al ver el pasaporte, sonrien y nos recuerdan que España y alemania juegan las semifinales del mundial.
Mas relajadamente, aunque tambien tardan lo suyo, terminamos los tramites fronterizos.

Estamos en Iran!!

El paisaje cambia drasticamente y a este lado del rio no hay vegetación, parece que hayamos entrado en un desierto.

Un pequeño mosqueo y un malentendido hacen que David y yo separemos nuestros caminos por unas horas. Asi que me dirijo a Jolfa, donde me llevo dos sorpresas.
Llenar el deposito de la adventure cuesta unos 11$, unos 9€, y eso que al ser extranjeros pagamos cuatro veces mas. La siguiente, la amabilidad y hospitalidad de los iranies.

Termino el dia en Tabriz en un hotel cutre pero barato y tiene un patio donde aparcar la moto.

Ya mas calmados, llamo a David y quedamos en vernos al dia siguiente.







Yerevan-Goris


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Por la mañana salimos de Yerevan dirección sur.

Multitud de fabricas, algunas gigantescas, se desmoronan  al rededor de la carretera. Viejos recuerdos de la epoca sovietica que algunos rememoran con añoranza. Por el tamaño y numero de estas fabricas imagino que debian dar trabajo a bastante gente.
Otro recuerdo de esa epoca son unas rampas diseminadas a lo largo y ancho del pais en todas las carreteras. Son para subir coches y camiones y cambiarles el aceite. Seria una idea genial si se recogiese el aceite usado. No se cuantas toneladas de acietes se habran verdido desde esas rampas desde que se construyesen, ni si al que se le ocurrió la idea de construirlas pensó en lo que estaba haciendo.


Pasamos denuevo a los pies del Monte Ararat, Simbolo nacional de armenia. A dia de hoy territorio Turco que aspiran recuperar algun dia, pues les pertenece historicamente.

Nuevamente pillamos por sorpresa a los policias en la carretera y a pesar de que se apresuran, salimos indemnes.

Cruzamos una zona de viñedos donde al parecer el propio Noé, si, el del arca, se aprovisionó de vino.

Rodamos por la parte armenia de lo que fue la ruta de la seda y agradecemos la subida a un puerto de montaña donde la primavera nos acoge, aunque solo sea por un rato.

Asi, sin mucho mas, llegamos hasta Goris.
Hay un hostel en el que casualmente nos encontramos con una pareja de españoles que estan allí alojados y con los que compartimos habitación.


Justo al lado, hay un hotel de la epoca sovietica que algun empresario ha decidido habilitar. tal vez por falta de presupuesto, o de clientes, solo ha habilitado una parte.

Aclaración

Hace días que no he podido conectarme a internet por lo que el blog esta bastante desactualizado.

Nos encontramos en Esfahan, Iran .

La estúpida censura que sufre la red aquí no me deja subir ni ver fotos. Ademas con el paso del tiempo me ha costado un poco hacer balance de todo lo ocurrido.

En fin, intentaré seguir escribiendo lo mas a menudo posible.

Un saludo a todos los que leeis  esto y gracias por hacerlo.


Juan

Tiflis -Yerevan


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Salimos perezosos de Tiflis tras despedirnos un poco precipitadamente de Alex y Reinhard. Han ido a ver si pueden recoger unas cosas al aeropuerto para no perder el fin de semana en la ciudad.

Hemos lavado toda la ropa e incluso los trajes de la moto. Salimos de aquí hechos un pincel. Tambien he conseguido algunos mapas para el Gps de esta parte del mundo que hacen de la salida de la ciudad un juego de niños. Muchos carteles estan escritos solo en georgiano, con caracteres totalmente incomprensibles para nosotros, por lo que nos facilitaran mucho la vida en las proximas etapas.

Georgia no presenta gandes atractivos aparte de sus paisajes montañosos, y una vez dejadas atras las montañas, el transcurrir de los kilómetros se hace tedioso. Cuando queremos darnos cuenta estamos en la frontera con Armenia.

Tiene gracia el tema de las fronteras, cada pais pone sus propias normas, cada tonto con su tema casi se podria decir. En cada cercado particular te pueden pedir lo que se les antoje o no dejarte entrar si no les apetece. En Este mundo en el que la gente, al menos la que hemos encontrado, se muestra simpatica, curiosa y hospitalaria, los gobiernos se muestran autoritarios, desconfiados e implacables.

Tras una hora de papeleos, visados y sellos. Otra hora y media de espera sin pasaportes ni documentacion de las motos. Un policia de la aduana al que le asoma la barriga descaradamente por la parte baja de la camisa a pesar del elasticoque deberia mantenerla en su sitio, viene con nuestra documentación. Se la da al que parece ser el escargado de hacer algun tramite que todos los camioneros hacen, mira las motos de arriba abajo y dice "bahh" y nos hace señas para que continuemos. Estamos en Armenia.

Un pais oficialmente en guerra con Acerbayan. Los cañones de las armas guardan silencio desde hace años, pero nunca se firmó la paz. Sigo preguntandome que tiene que ver la gente que hemos encontrado con todos estos temas.

Las motos siguen llamando la atención de todo el que las ve, Pero ahora poca gente dice algo, simplemente se acercan y miran con descaro como si no estuviesemos allí.

Abandonamos la frontera y tomamos una carretera que discurre al lado de un rio rodeados por montañas que se elevan como murallas a nuestro alrededor. Hay una frondosa vegetación que de vez en cuando se abre para dejar al descubierto enormes fabricas, ahora abandonadas y medio en ruinas, de la época sovietica.

En alguna ocasion encontramos coches de policia parados en la cuneta con radares sobre un trípode. Con los policias afanados escribiendo denuncias por exceso de velocidad a conductores de coches que no creo que alcancen el limite por mucho que lo intentasen. Algunos intentan llegar apresuradamente  al radar cuando nos oyen, pero hemos tenido suerte, cuando quieren llegar, ya hemos pasado.

Paramos en un "bar de carretra" para refrescarnos en una fuente y un hombre de unos cincuenta años, con la nariz roja como un tomate y con cierta dificultad para mantenerse vertical, nos invita a un café. Insiste en que nos quedemos allí mientras se da golpecitos en la garganta con el dedo corazón. Nos imaginamos a lo que se refiere y lo confirmamos cuando dice "vodka". Le damos largas como podemos, no sin sentir cierta pena, y continuamos.

Ya casi de noche llegamos a Yerevan, capìtal de Armenia, ciudad que concentra toda la decadencia que hemos visto desde que entramos en el país.Tenemos la referencia que nos dió el viajero anónimo, que nos dijo que si queriamos algo barato podiamos dormir en un sitio, "pero es cutre, cutre".

Buscamos la estación de tren, y con el croquis que nos hizo nos metemos en lo que parece un poblado de chabolas. Seguimos las indicaciones y una anciana nos hace señas indicandonos la calle principal, imaginará que nos hemos perdido. Estamos casi seguros de haber seguido bien las indicaciones pero no damos con el sitio. Preguntamos a una señora y manda a un crio que nos lleve y nos guia hasta la puerta dode estaba sentada la anciana. La cara se le ilumina y apenas da credito a que busquemos su "hotel".

Como el viajero anónimo nos dijo, varios japoneses se alojan allí. Aparcamos las motos en el "corral" rodeadas de todo tipo de objetos que parecen llevar años allí. Nos enseña "nuestros aposentos"... y llamamos definitivamente al lugar "Hostel diogenes".



No hay duchas, un japones nos expilica que hay unas duchas publicas a unos diez minutos andando, pero ya han cerrado.

Salimos a buscar algo para cenar, casi no hemos comido nada en todo el dia y tenemos un hambre atroz.
Tenemos que dar varias vueltas pero encontramos un sitio en el que nos comemos una especie de perritos calientes por un modico precio. De vuelta a Diogenes, encontramos a mas japoneses, un ruso (que comparte habitación con nosotros) y un coreano.  Tenemos una agradable conversación mientras se toman unas cervezas, se rien con mis frases en japones y de desternillan cuando digo "chokacui" (Mola).


Al dia siguiente casi todos los japoneses se han ido, solo queda uno. Creia que no habia mas inquilinos, pero sale gente de cada rincon. Un zapatero, un taxista y algunos locales mas se alojan tambien allí. Todo el mundo dice que este sitio es muy barato, nosotros nisiquiera preguntamos.

Tomamos el metro y nos vamos al centro, hay que ver que se cuece por allí. Al ser domingo, hay mercadillo en unos jardines y nos vamos para alla. Me equivoco de camino y damos una vuelta innecesaria, preguntamos en una peluqueria y aprovecho para cortarme el pelo. una vez en el camino correcto, caemos en la cuenta de una tienda que vende cosas que nos resultan faminiares...

El mercadillo esta bastante animado a pesar del calor y pasamos casi toda la mañana en el. Me siento tentado por unas camaras de fotos antiguas, en perfecto estado de funcionamiento, pero piden unos 80 euros. Aqui tambien funciona el regateo pero me aburre perder el dia hasta legar a un acuerdo. Es una lastima, esa camara me gustaba.

Buscamos un par de sitios que queriamos ver pero terminamos perdiendonos y cuando llegamos esta cerrado. Volvemos a diogenes para coger las motos e ir a un pueblo cercano en el que hay una antigua iglesia armenia y unas ruinas. Todo esta ya cerrado.

Volvemos un poco descontentos y para entonces las duchas estan tambien cerradas.... hoy no es nuestro dia.

Salgo a buscar algo de comer y por fin encuentro un restaurante en el que hacen comida para llevar que me sirven un durum de pollo de medio metro y bien relleno de carne con una coca cola por... un euro. Algo tenia que salir bien.

viernes, 2 de julio de 2010

Borzhomi- Tiflis


Ver Borzhomi- Tiflis en un mapa más grande










Nos levantamos  sin prisa y desayunamos "Full tank", el dia puede ser largo.
Anoche barajamos la posibilidad de dar un rodeo por carreteras secundarias para llegar a Tiflis atravesando dos veces una cordillera montañosa.  Hacemos cuatro veces mas kilómetros, pero nos permite descubrir dos de los mas importantes atractivos de Georgia: unas cuevas horadadas en la montaña y sus espectaculares montañas.


Nada mas salir nos enfrentamos al primer problema, en la gasolinera no aceptan dolares ni euros, solo Laris. Por lo poco que hemos visto hasta ahora, aquí con el dinero no se juega. Todo el mundo quiere su dinero por adelantado.
Tenemos que dar un par de vueltas, pero llenamos los depósitos y empezamos a ascender por una carretera en buen estado. Debería llevarnos hasta unos 2500m de altura.






Como ya nos temíamos la carretera se convierte en pista. Tenemos que dar alguna vuelta, apenas llevamos unos mapas básicos en papel y no hay cartografía útil para los GPS . Preguntamos a los lugareños y finalmente damos con la pista que buscamos.






Las nubes se ciernen sobre nuestras cabezas y una fina lluvia empieza a caer. Según vamos subiendo, nos metemos de lleno en las nubes y la masa de agua que contienen se va pegando en nuestras ropas, rostros y equipajes. En poco tiempo estamos empapados. Fue buena idea poner los forros impermeables en los trajes.


Llegamos a un tramo en que el barro hace acto de presencia. Reinhard piensa que no es buena idea subir por esa pista con las motos tan cargadas. Decidimos continuar despacio y con precaución mientras la pista sea medianamente transitable y que daremos la vuelta si hay dificultades serias. Al fin y al cabo las carreteras en obras con grava de Turquía eran mas difíciles que esta pista... Por poner un ejemplo. Así seguimos la ascensión mientras las nubes se hacen cada vez mas espesas, la pista se hace cada vez mas escarpada y apenas vemos unos metros por delante de nuestras narices.  De vez en cuando, aparece un enorme bulto oscuro en la niebla que se convierte al instante en un camión todo terreno. Reinhard dice que quizás sea mejor no ver los precipicios que lindan la pista y que la niebla oculta. Puede que no le falte razón, como pude comprobar hace unos días, pero el paisaje debe ser grandioso.
Casi llegando a la cima, unas obras nos ponen en un aprieto con un terreno blando del que finalmente salgo con un fuerte olor a embrague quemado. 








Cuando coronamos la cima, un control del ejercito nos pide los pasaportes mientras miran y remiran las motos. Aquí llaman la atención incluso mas que en Turquía.
Nada mas iniciar el descenso por la parte sur de las montañas, las nubes se abren y nos dejan petrificados ante la grandeza  del entorno.









Con buena visibilidad y mejor pista vamos haciendo camino. Cada vez que paramos a tomar fotos, si alguien se cruza, nos pregunta si tenemos algún problema y nos ofrece su ayuda. Incluso un el conductor de un camión nos ofrece gasolina. Conduce un poderoso camión con tracción en sus tres ejes. ¡Que funciona con gasolina!  Y que hace derrapar los ejes traseros al arrancar, imagino que para impresionarnos. En cierto modo lo consigue, el camión debe tener unos cuarenta años y no solo funciona como el primer día sino que estoy seguro de que mi coche no se mueve con tanta soltura.




Una vez en la carretera principal, tomamos un desvío hasta las cuevas que queríamos visitar. Hay que hacer un largo camino andando hasta la entrada y subir una empinada cuesta por lo que decidimos no entrar pues no tenemos demasiado tiempo. Una familia que esta haciendo un picnic donde hemos parado nos invitan a comer. Me sigue sorprendiendo la actitud de la gente que nos encontramos. Somos unos absolutos desconocidos pero nos tratan como si fuésemos parte de su familia.






Después de la comida, subimos de nuevo en las motos y tomamos dirección Tiflis por lo que deberia ser una carretera en buen estado que se encuentra, para variar, en obras. El firme está hecho y de  vez en cuando hay un trozo asfaltado. La mayoría es pista con grava suelta, esto ya es pan comido, aunque de vez en cuando los continuos serpenteos de la rueda delantera, de la trasera o de ambas a la vez nos hacen aflojar un poco el ritmo.
Alguna parada en terreno volcánico, los austriacos tienen que hacer fotos molonas. Los patrocinadores esperan algo a cambio del desembolso que han hecho.












Alguna que otra parada no prevista, con trampa de grava incluida en la que Alex y yo estamos apunto de dejarnos los dientes, según la noche va cayendo.




Ya completamente de noche, llegamos a Tiflis, donde los austriacos han reservado un hotel, que al final es una casa particular. Toda la familia, abuela incluida, duerme en un sofá para dejarnos hueco. Las dos noches siguientes las pasaremos en el hotel, mientras lavamos ropa, descansamos nuestros cuerpos y cuidamos de nuestras monturas, que ya nos va haciendo falta.


Mañana partiremos sin saber muy bien hacia donde.... 

Kars- Borzhomi

Nos levantamos con una conversación que se está convirtiendo en costumbre.

"Que tal has dormido??"

"Juntandolo todo....... unos dos minutos"

La ausencia de persianas o cortinas, el exceso de tes y quizás la altura no nos dejan descansar desde hace tiempo. Nos levantamos mas cansados de lo que nos acostamos  pero durante el transcurso del día nos vamos rehaciendo.

Dejamos el hotel y partimos hacia las ruinas de la ciudad de Ani. A la moto se le enciende la reserva nada mas salir, dice que quedan unos ochenta kms de autonomía, justo la distancia que tenemos que recorrer. Ya conozco la moto, los hará de sobra. Situada a unos cuarenta kilómetros de Kars. Ciudad habitada desde  el neolítico hasta nuestros días y que vivió su apogeo mientras la ruta de la seda traía y llevaba hombres y mercancías de un extremo del mundo al otro.  La parte actual de esta "ciudad" no pasa de aldea, cuyo único atractivo son las ruinas de la ciudad antigua. Bastante mal conservadas, como viene siendo habitual, la única parte que se esta restaurando es la mezquita mientras los frescos de la iglesia y catedral se siguen llenando de grafitis. Sin nada que ver con la religión, me parece que en Turquia están dejando marchitarse las flores mas hermosas.






Justo enfrente de la mezquita, veo un matrimonio que me resulta familiar, me acerco sonriente, la mujer me mira extrañada y al reconocerme me abraza con entusiasmo. Son los australianos que conocimos en Nemrut.
Que pequeño es el mundo! Charlamos un rato y terminamos el paseo con ellos. Apenas les conozco pero me ha alegrado mucho verles de nuevo.

Salimos de Ani y me parece que estamos en el escritorio de "güindous"


Van pasando los kilómetros y tomamos fotos sin cesar, los paisajes son espectaculares.


Mientras tomo la foto del caballo, David pasa por la carretera..... esta vez acompañado.


Son dos austriacos, Reinhard y Alexander. Salieron de Austria hace unos diez días y van camino de Pekín.
Tienen mas suerte que nosotros, solo tienen que pagar sus gastos en el viaje, el resto lo han puesto sus patrocinadores. Hay gente que tiene estrella.........
Junto a ellos nos dirigimos hasta la frontera de Georgia, que cruzamos en menos tiempo de lo esperado. Tras unos kilómetros por una pista destrozada llegamos hasta Borzhomi donde, tras un par de vueltas y enseñar a sumar al dueño del hotel, Compartimos cena, anécdotas y tomamos una cerveza.

jueves, 1 de julio de 2010

Dogubeyazit- Kars

Me levanto temprano con la intención de terminar las cosas de la moto, ayer se nos hizo de noche y dejé la pieza de sujección del cubre carter  sin enderezar. Estando tan deformada, cualquier golpe podría ser fatal.



 Pregunto en la recepción si tienen alguna herramienta.El recepcionista, que no entiende ni jota de inglés,me pregunta algo así como: Para qué?. Le muestro la pieza y sale con un martillo de kilo. Le digo que eso no servirá, que lo que necesito es un tornillo de banco para sujetarlo y una llave inglesa grande para enderezarlo.
Esta comunicación de "di lo que quieras que yo entenderé lo que me de la gana" es lo que tiene. Agarra la pieza, la apoya contra un semi muro de ladrillo y se lía a martillazos hasta que le vibran los empastes. Deja la pieza hecha un cromo y me mira encogiendo los hombros. Parece darse cuenta que esto no funciona y me lleva a un taller de bicicletas primero, a uno de motos después, para terminar en uno de coches. Lo del tornillo de banco aquí, parece cosa de la NASA. Sacan la llave inglesa de un cajón, donde guardan las herramientas mas preciadas y sin dejarme hacer se lía con ello. Cualquier parecido con la pieza original es pura coincidencia y como debo tener un color parecido al de un volcán en erupción, finalmente me dejan la llave inglesa. El metal es fuerte, pero maleable, tras un cuarto de hora consigo algo que encajará en los agujeros del resto de componentes sin que se parta.

Dejamos el hotel sin saber muy bien a donde dirigirnos. Subimos por un camino con la intención de tomar unas fotos del Ararat desde enfrente pues el cielo está despejado, y eso ocurre pocas veces a semejante altura. El camino es impracticable, y tenemos que desistir, no sin antes pegarnos una caminata, que nos deja sin aliento, en balde.



Estamos poniendonos los cascos....   "De verdad venís desde España?"  No sé quien se sorprende más.
Un viajero español nos cuenta su viaje, viene de lejos y tiene buena información que darnos. Pasamos medio día con él. Simpático, extrovertido y hablador nos cuenta sus peripecias, incluso nos regala unos mapas, valiosa información y su agradable compañía. También nos "prohíbe" expresamente poner fotos en las que aparezca. "Estoy de viaje, pero no aquí.... Nunca se sabe quien puede ver tu foto en internet" 
Un saludo para ti y muchas gracias por todo!!

Al fin salimos dejamos esta ciudad y el Ararat   nos deleita con una última visión.




Hemos salido tarde de Dogubeyazit y se nos va echando el tiempo encima. Llegamos a un hotel que nos ha recomendado "el viajero" y  lo recuerdan perfectamente, es de esa gente que se hace notar tanto como querer.
Salimos a comer algo y de vuelta al hotel encontramos uno de esos supermercados super baratos en los que los precios son lo mas importante, compramos un juego de tres gallumbos ( que ya escasean), un paquete de 16 pilas alkalinas, dos botellas de agua y unas natillas de chocolate por unos 5 euros al cambio. 
Todo cosas de primera necesidad por un precio ajustado...

Con pena de tener que lavarme los dientes y perder el sabor de las natillas, nos vamos a dormir.
Este hotel tiene los mejores colchones en los que hemos dormido desde que salimos de España,  pero mantiene la costumbre turca de no tener persianas ni cortinas oscuras por lo que parece que dormimos en mitad de la calle.

Lugar indefinido- Dogubeyazit

Nos despertamos con la salida del sol y un chico nos observa por encima del vivac. Sale corriendo al ver que abrimos los ojos. Los obreros de la carretera están preparandose para otra jornada de trabajo y nos invitan a desayunar con ellos. A pesar de nosotros no hablamos turco y ellos no hablan ingles, es curioso como la gente se entiende a un nivel básico. Nos cuentan lo que están haciendo, uno de ellos nos invita a manejar su grúa, un gigante que se come las laderas de esas montañas al igual que nosotros devoramos el desayuno . Imagino que piensa que si somos capaces de conducir semejantes motos desde España hasta aquí, manejar su grúa debe ser un juego de niños para nosotros. Bendita inocencia! Rehusamos amablemente y dejamos el comedor.

En pocos minutos estamos de nuevo en marcha y no son aún las 6 de la mañana, hora local. Hoy tendremos tiempo de sobra para llegar a Van y visitar algunos de sus castillos.

La carretera empieza a subir y rodamos por planicies a mas de dos mil metros durante largo rato. Las tierras casi no se cultivan por aquí, solo hierba hasta donde alcanza la vista. Da la sensación de estar en Mongolia.



Apenas pasan las nueve cuando estamos en Tatvan y las aguas turquesa del Van Gölü  nos deslumbran. Este lago, situado a mas de mil seiscientos metros de altura, tiene un color deslumbrante.


Bordeando el lago llegamos a lo que iba a ser nuetro destino, Van. Pero nos encontramos una ciudad sucia, ruidosa, calurosa y agobiante. No hay hostels  y un hotel barato cuesta mas de treinta euros. Dejamos la ciudad atrás y continuamos hacia Dogubeyazit, cerca del monte Ararat. Hay una pequeña península en el lago nada mas pasar Van, donde aprovechamos para echarnos una merecida siesta que nuestros cuerpos agradecen.



Nos levantamos mas tarde que temprano y mas cansados de lo que nos hemos acostado. Emprendemos camino y de nuevo la Naturaleza nos deja boquiabiertos. Inmensos campos de lava rodean al monte Ararat, en realidad un enorme volcán que apenas hace cien años regurgitaba furiosamente.




Subimos de nuevo a un altiplano con largas rectas y pueblos recién construidos. Edificios clonados hasta el infinito configuran unas poblaciones que hasta no hace mucho debían  ser solo chozas.
Una larga cuesta abajo no deja a las puertas de Dogubeyazit y por fin divisamos la imponente silueta del Ararat y sus 5.165 metros.


Dogubeyazit es una ciudad como Van, pero mas pequeña. Buscamos un hotel y nos decantamos por uno "lujoso", tiene parking y mañana hay que hacerle el mantenimiento a las motos.
Hemos recorrido ya mas de siete mil kilómetros.

El hotel es mas pintón que otra cosa, pero nos dan la que debe ser la mejor habitación del hotel. Al menos las vistas merecen la pena.... Aunque hay algo demasiado cerca.....



Efectivamente, a las cuatro de la mañana el imán nos despierta con sus cánticos. No hay forma de dormir en este país.
Pasamos el día siguiente haciendo el mantenimiento de las motos y dando una vuelta por los alrededores. Preguntamos en una agencia de turismo la posibilidad de hacer un trekking en el monte y si es posible hacer cumbre. El gerente nos da una sorpresa, bueno, mas de una. Hace falta un permiso que tarda cuarenta y cinco días, sin posibilidad de acortar ese periodo. Nos llevaría unos ocho días hacer cumbre y, lo mejor de todo, por el módico precio de ocho cientos euros. David me dice que cuando el estuvo en Nepal, por ese precio te suben en silla hasta un ocho mil.

Una tormenta se acerca y tomamos unas fotos antes de que nos empape.