lunes, 21 de junio de 2010

Aydin-Pamukkale

Hemos dormido poco, estábamos cerca de la carretera y el continuo tránsito de coches y camiones no disminuyó hasta bastante tarde. Nuestro anfitrión nos invita a un te y nos invita a volver cuando queramos.
No deja de sorprenderme la hospitalidad del turco de a pie.



No hay mucha distancia hasta Pamukkale, por lo que podremos. pasar tiempo allí. Casi nos parece un paseo comparado con lo de otros días.
Al llegar nos encontramos con uin gran recinto en el que, por supuesto, hay que pagar entrada. Hemos evitado la mayoría de sitios de pago, pero no hay mucho mas que hacer aquí, ademas, podremos bañarnos.

Llegamos hasta las bañeras calizas y hay que descalzarse para no dañar el suelo. Parecemos patos andando descalzos en un terreno tan rugoso.
El agua va cargada de cal, y se deposita sobre el terreno dejandolo tan blanco que deslumbra con el sol.


Como Ocurre en muchos lugares alrededor del mundo,  la Naturaleza parece no ser suficientemente atractiva por si sola. El cauce natural de la aguas ha sido desviado para hacer que se formen mas pozas de las que había originalmente. Esto deja secas las naturales y llena las artificiales, ya que la cantidad de agua disponible es la misma.


Multitud de turistas rusos llegan con nosotros y volvemos a preguntarnos sobre las diferencias culturales.
Se hacen centenares de fotos con poses a medio camino entre modelos y pilinguis. Contemplamos boquiabiertos el espectáculo  e intentamos evitar las risas siempre que podemos.



Tras decidir si merece la pena pagar de nuevo, pues en Pamukkale se paga una entrada general y otra por cada parte que visitas, decidimos tomar un baño en la "ancient pool". Una antigua terma romana, que a dia de hoy está llena de columnas y demás ruinas.
El agua cargada de gases y minerales  mana a 36º, justo lo que veníamos buscando.Pasamos casi toda la tarde metidos en el agua y solo salimos cuando tenemos pies y manos tan acartonados que parece que se nos van a romper.

Visitamos algunas ruinas de  Hierapolis, la ciudad romana que allí se encontraba, y salimos del recinto con la intención de buscar un sitio donde acampar.
En  cuanto  subimos a las motos nos damos cuenta de que estamos hechos polvo, medio dia al sol, medio en la piscina y el resto andando.

Hay un hostel barato en la entrada al pueblo y allí nos quedamos.

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