viernes, 2 de julio de 2010

Kars- Borzhomi

Nos levantamos con una conversación que se está convirtiendo en costumbre.

"Que tal has dormido??"

"Juntandolo todo....... unos dos minutos"

La ausencia de persianas o cortinas, el exceso de tes y quizás la altura no nos dejan descansar desde hace tiempo. Nos levantamos mas cansados de lo que nos acostamos  pero durante el transcurso del día nos vamos rehaciendo.

Dejamos el hotel y partimos hacia las ruinas de la ciudad de Ani. A la moto se le enciende la reserva nada mas salir, dice que quedan unos ochenta kms de autonomía, justo la distancia que tenemos que recorrer. Ya conozco la moto, los hará de sobra. Situada a unos cuarenta kilómetros de Kars. Ciudad habitada desde  el neolítico hasta nuestros días y que vivió su apogeo mientras la ruta de la seda traía y llevaba hombres y mercancías de un extremo del mundo al otro.  La parte actual de esta "ciudad" no pasa de aldea, cuyo único atractivo son las ruinas de la ciudad antigua. Bastante mal conservadas, como viene siendo habitual, la única parte que se esta restaurando es la mezquita mientras los frescos de la iglesia y catedral se siguen llenando de grafitis. Sin nada que ver con la religión, me parece que en Turquia están dejando marchitarse las flores mas hermosas.






Justo enfrente de la mezquita, veo un matrimonio que me resulta familiar, me acerco sonriente, la mujer me mira extrañada y al reconocerme me abraza con entusiasmo. Son los australianos que conocimos en Nemrut.
Que pequeño es el mundo! Charlamos un rato y terminamos el paseo con ellos. Apenas les conozco pero me ha alegrado mucho verles de nuevo.

Salimos de Ani y me parece que estamos en el escritorio de "güindous"


Van pasando los kilómetros y tomamos fotos sin cesar, los paisajes son espectaculares.


Mientras tomo la foto del caballo, David pasa por la carretera..... esta vez acompañado.


Son dos austriacos, Reinhard y Alexander. Salieron de Austria hace unos diez días y van camino de Pekín.
Tienen mas suerte que nosotros, solo tienen que pagar sus gastos en el viaje, el resto lo han puesto sus patrocinadores. Hay gente que tiene estrella.........
Junto a ellos nos dirigimos hasta la frontera de Georgia, que cruzamos en menos tiempo de lo esperado. Tras unos kilómetros por una pista destrozada llegamos hasta Borzhomi donde, tras un par de vueltas y enseñar a sumar al dueño del hotel, Compartimos cena, anécdotas y tomamos una cerveza.

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