miércoles, 11 de agosto de 2010

Shiraz- Yazd


Ver Shiraz-Yazd en un mapa más grande

Hoy he dormido........ por lo menos dos minutos!  Menudo calor ha hecho esta noche!
El despertador suena a las seis, pero tampoco hacía falta.
Recojo la maleta bajo la escalera, ya hay gente en el parking, pero nadie en la recepción. Mientras pongo las cosas en la moto aparece el gerente del hotel con mas sueño que yo.

Salgo zumbando de Shiraz y paro a poner gasolina y a desayunar algo, creo que el gasolinero me quiere engañar y le protesto. El precio del combustible en Iran, si no tienes una tarjeta para las gasolineras, puede variar bastante. Finalmente, nos entendemos. Salgo a la carretera y  en un momento me planto en Persépolis. Son las ocho y cinco, acaban de abrir pero ya hay bastante gente. Tengo que visitar el lugar con el traje de luces... si se me ocurre quitarme los pantalones aquí, me matan.

Persépolis es una autentica obra de arte, bueno, lo que queda de ella. Como viene ocurriendo, a alguien les molestaban los rostros y extremidades humanas y tuvo que destruir todas las que pudo.
A otros les pareció que la fecha en la que pasaron por allí era realmente importante y tuvieron que grabarlo en la roca. Algunos de estos grafitis tienen ya uno o dos siglos y al menos se tomaron la molestia de grabarlo con buena letra y sin faltas de ortografía.(Algo es algo). Aunque lo peor ocurrió muchos años atrás, pues fue el propio Alejandro Magno el que ordenó destruir esta maravilla. Por si alguien quiere información detallada sobre el tema:  http://es.wikipedia.org/wiki/Pers%C3%A9polis













Empapado de historia y soñando despierto, unas voces me devuelven al mundo real. Dos jóvenes me interrogan por enésima vez "What's your name?  Juan. Where are you from? Spain ... World cup!!! Good!!....." Luego viene lo de la moto... "How much??"  La verdad es que ya aburre, pero sigo viendo la ilusión y el interés con el que preguntan, que al final siempre les contesto con una sonrisa en la boca.
Por cierto, la entrada a Persépolis cuesta cuarenta céntimos de euro....

Apenas un kilómetro mas adelante, se encuentra Naqsh e rajab y al otro lado de la carretera esta Naqsh e rostam  http://es.wikipedia.org/wiki/Naqsh-e_Rostam





No me entretengo mucho aquí, aun queda un largo camino.

Tomo el desvio a Yazd y el paisaje se torna desértico. A pesar de la altura, inmensas planices se extienden  a ambos lados de la carretera y la temperatura no baja de cuarenta grados. La continuidad del paisaje solo se ve alterada por la aparición de algún caravanserai en ruinas, aunque queda alguno  en pie .




 A lo lejos se puede ver algún pequeño tornado. En un momento se forma uno justo al lado de la carretera, unos 200m por delante de mi. y me quedo mirando embelesado. De repente gira hacia la carretera y me engulle. Casi levanta las ruedas del suelo y me zarandea con una fuerza tremenda. No puedo contrarrestar semejante empuje y termino a un par de metros del asfalto.No imaginé que pudiera ser tan fuerte.

Subo un puerto de montaña y al otro lado se encuentra la ciudad de Yazd, la puerta del desierto.
En la época en la que caravanas de camellos recorrían esta ruta, esta ciudad era el ultimo punto para avituallarse antes de internarse en el desierto de Balochistan.

Pocas ciudades están tan bien adaptadas al lugar en el que se encuentran. Altos muros de adobe protegen las calles del viento y a las casa del sol. Las torres de ventilación crean corrientes de aire que hacen agradable el interior de las casa aunque la temperatura supere los cincuenta grados.

Apenas son las cuatro de la tarde, podría haber salido de Shiraz el día antes....

Busco el  Silk road hotel  y me alegra encontrar de nuevo ese ambiente de viajeros de todo el mundo.

Paso aquí dos días caminando por solitarias calles, descubriendo los vestigios de antiguas religiones y conociendo gente que hace que viajar merezca la pena.














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