viernes, 24 de septiembre de 2010

Sost-Karimabad


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Por la mañana temprano, me levanto y doy una vuelta por el pueblo, no veo las motos del grupo que encontre cerca del Khunjerab. Pregunto a un par de comerciantes y ninguno sabe nada. Tal vez hayan acampado y aun no han vuelto.

Encuentro un restaurante abierto y tomo un buen desayuno, tambien estan alli tres turistas que llegaron ayer de China. Un chino, un canadiense y un japones. Todos vamos al sur y me comentan que una furgoneta sale en unos minutos hacia el puente roto.
Me gustaria tener tiempo para hablar con los moteros, pero si espero igual pierdo un dia... o varios.

Tomamos la fugoneta y al llegar al puente empiezan los problemas.  Los militares tienen alli todo lo necesario para construir uno de esos puentes metalicos que se construyen en un dia, pues hay muchos contenedores con ayuda humanitaria de China esperando parallevarlos al sur. Pero "se ha perdido" la tornilleria para montarlo, asi que hay que esperar a que la repongan.
Al otro lado el conductor de otra furgoneta quiere quinientas rupias por pasajero para llevarnos al  lago. Tras unas discusiones el precio se queda en trescientas. Es un precio exajerado para el recorrido que hace, pero accedemos.

Una vez en la orilla del lago, un nuevo tiburon quere sacar tajada. El barquero, que no deberia cobrar pues el gobierno lo subvenciona, quiere cien rupias por cada pasajero (Es lo que pague tres dias antes) Pero cada extranjero debe pagar mil.... El turista chino, que habla urdu, negocia con ellos, yo me niego... directamente.
Las negociaciones se ponen duras por lo que alcanzo a entender, hasta al punto de que el barquero monta un numerito y hace bajarse a todo el mundo. Siguen las negociaciones y de nuevo todos al barco, aunque todo sigue en el aire. El motivo que argumentan para justificar semejante robo es algo asi como que esos barcos los puso el gobierno para aliviar los transtornos causados por el lago a los habitantes de esas tierras...
Mientras, yo pienso que el unico que esta provocando transtornos en este momento es el analfabeto codicioso de turno que esta haciendo subir y bajar a estas gentes y sus equipajes solo para hacernos ver que si el quiere no nos lleva.
Como veo que el barquero es sencillamente imbecil y este tipo de gente me pone enfermo, paso del juego y cuando se dirige a mi con arrogancia a pedirme mi parte, le digo "No money!" y le enseño los bolsillos, que he vaciado previamente. He dejado unas noventa rupias, para que la cosa cuele. Una y otra vez protesta airado y se dirige a unos y a otros, pero mi respuesta es siempre la misma.
El viaje a traves del lago se convierte en algo surrealista con el imbecil protestando y gritando a los extranjeros que alli nos encontramos. Para colmo de males otro payaso que va en el barco y que viene con nosotros desde Sost, se une al imbecil tratando de justificar su postura. Debe tratarse de algun jefecillo de algo de  por aqui.
La situacion llega al limite cuando el imbecil ordena al piloto que se acerque a la orilla del lago enmedio de ninguna parte y nos da un ultimatum, o pagamos o nos deja alli. Estando asi las cosas, lo apuesto todo y me bajo del barco. El imbecil me mira incredulo, el payaso lo mira sin saber que decir y piloto se mea de risa. Los otros extranjeros me dicen que suba y les contesto que estoy hasta las narices de las tontunas de estos dos, y que si tengo que ir andando, ire con tal de dejar de oirles
Por fin el imbecil reacciona y me pide que suba de nuevo, el payaso hace lo mismo y el piloto se desternilla. Finalmente el imbecil tiene que dar su brazo a torcer, los extranjeros pagaran trescientas rupias. Cuando llega a mi.... "No money!" y le doy las noventa que tenia en el bolsillo, ya nisiquiera protesta, ha hecho el ridiculo delante de todos los aue estaban en el barco. Se pasa el resto del trayecto cabizbajo en un lado del bote. Mientras, el payaso habla con el canadiense diciendole que efectivamente era demasiado, pero que debe ententederque, bla bla bla. Escurriendo el bulto, en pocas palabras.
Les miro y me doy cuenta del profundo desprecio que siento por personajes como estos.

Un hombre de aspecto humilde, desdentado y casi anciano que lleva un gran bulto se me acerca y entre sonrisas y gestos intenta decirme algo asi como que si me quedo alli, un lobo, un leopardo... O algo, habria dado cuenta de mi.

Al llegar al otro lado del lago(Por fin!!) Los trabajos para hacer un embarcadero decente van a buen ritmo. Desde que China esta enviando ayuda humanitaria, estan espabilando para poder sacar los containers de alli. Hay maquinaria pesada trabajando casi al nivel del agua, ahora si veo posible pasar la moto a un barco.

El anciano del barco se echa el fardo a la espalda, pregunto si le puedo ayudar, alza la vista a la cumbre del monticulo, me mira y deja caer el fardo aliviado. Sorprendentemente, solo queria llevarlo un poco mas arriba, hasta los jeeps. Alli lo dejo y empiezo a andar por el camino, y el fino polvo me cubre los pies por completo. Los coches levantan grandes nubes de este polvo y un par de veces tengo que parar porque no se ve nada.
Cuando llego al otro lado, el anciano y otros pasajeros del barco ya estan alli esperando, entre ellos el payaso. El anciano me coje del brazo y me dice algo asi como que aunque no tenga dinero, que me suba al furgon, que ya se arreglara como sea.

Todos subimos en una furgoneta que, con el payaso de copiloto, llega a Karimabad donde el japones y yo nos bajamos.
El payaso que ademas de copiloto se ha convertido en cobrador me mira con superioridad y me dice que son cien rupias. Se le escapa esa sonrisa de hiena caracteristica de estos personajes y espera pillarme descuidado. Sigo el juego  y le digo tranquilamente"No money, did you forget?.

Estaba dispuesto a lo que hiciese falta con tal de importunarle, pero el chico japones sintio verguenza ajena y pago por mi en lo que tarde en quitarme la mochila de la espalda.
Lo invite a un cafe en mi hotel y no me dejo devolverle las cien rupias.

He pasado cuatro dias mas en Karimabad, dando un par de paseos hasta el fuerte y hasta Eagle's nest.
El valle de Hunza es un lugar de una belleza natural increible, sus gentes son pacificas y bastante relajadas en cuanto a lo religioso. Aqui por fin he podido comer tres veces al dia desde hace no se cuanto tiempo y por fin he encontrado otros viajeros. Aqui he conocido a Robin, una chica norteamericana que lleva la friolera de tres años trotando por el mundo. A Joost y Annemiekm una encantadora y aventurera pareja holandesa y
al divertido belga al que acabo de recordar que no pedi el correo y (para variar) he olvidado su nombre.











Esa noche, sentados en esa tumbona, entre risas y charlas. Se me subieron varias pulgas que casi me devoran  hasta que consegui deshacerme de ellas.

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